Una tarde los bolsillos se le rompieron del todo, vencidos por el peso, y de ellos cayeron en tropel las últimas letras, una tras otras, formando una larga fila en el suelo. (...) Entonces, un niño que acertó a pasar por allí antes de que el viento las diseminara, pudo leer con asombro esta curiosa frase:
Un día seréis viejos, un día alguien pensará que estáis agotados, un día vuestros sentimientos y vuestras emociones harán reír, o sonreír, o suspirar a los demás. Haceos entonces agujeros en los bolsillos y marchad sin volver la vista atrás. No para escapar, no para huir. Solo para buscar un nuevo horizonte donde seguir siendo libres..."
De Cuentos y poemas para un día cualquiera, J. Sierra i Fabra
A muchas de esas letras se las llevó el viento ; otras fueron a esconderse, a camuflarse en los lugares más recónditos de vuestras ciudades. Y si prestáis un poco de atención las encontraréis agazapadas en cualquier lugar, esperando a ser rescatadas y usadas.
¿No os lo creéis? Pues mira... y luego busca.
Me ha encantado. Te felicito por este trabajo. Me servirá el curso que viene con mis alumnos.
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